Hay.
(Fin del post)
¡Que no! ¿Cómo os voy a dejar así, si este cotilleo es el mejor? ¡Carnaza!
Pues sí, hay tema…¿Pero qué esperabais? Hasta cierto punto la relación entre pilotos y azafatas es normal.
Chicos monos con los que pasas muchas horas, y no sólo en el avión, sino también en los hoteles, en los restaurantes. Son con ellos con los que sales a tomarte una copa en Niza, de tapeo en Bilbao, a la playa en Tenerife, de compras en París…
Las líneas largas de varios días son las culpables de que pasen estas cosas. Que al final ellos se convierten en tus amigos, en tus confidentes. ¡Ay qué bonita la relación entre pilotos y azafatas!
¿Que necesitas un abrazo? ahí están ellos. ¿Que necesitas un consejo? ahí están ellos…que necesitas un abrigo nuevo, ahí están sus carteras; la verdad, son un amor. Siempre atentos a lo que necesitas, siempre amables y regalándote una sonrisa. Bueno, ellos son así. Todos.
Todos menos un capullo que se llama Miguel…bueno, para no meternos en problemas vamos a llamarle Mpunto Tpunto Mpunto. Pero ese capítulo lo dejaremos para más adelante.
El caso es que los chicos estos te enamoran. Te dicen lo que quieres oir, y ¡zasca! ¡pa la saca!
Y tú, que te vuelves tontica, mientras vuelves de fiesta por las calles de Santander, con un pedal considerable, con el piloto de moda y haciendo eses a las tantas de la mañana, te crees la patraña de “Oh, nunca me había pasado esto…eres tan guapa. Me gustas tanto…te voy a cuidar siempre”
Siempre…siempre…¡y una mierda! Te cuidan hasta la hora de la siguiente firma y después si te he visto no me acuerdo.
Y si te dan un poquito más de cancha, ya te vuelves tonta del todo: empiezas a cambiar líneas como una loca para dormir donde duermen ellos porque te ha dejado su programación en tu casillero para que seas tú la que haga los cambios necesarios y tus días libres te los pasas subida a un avión, volando como extra y siguiéndolos por medio mundo.
Después está el tema de las promesas: Tú tu le prometes que no vas a decirle nada a nadie de vuestro lío, para no ser el cotilleo del mes en “radiogalley” y le dices: “que nooo, que no…que te prometo que yo no digo nada. Y en verdad te falta tiempo para aterrizar, hacer escala, encender el móvil y mandar un sms a media compañía para ir “marcando territorio”. Porque tú te sigues creyendo que el chico es tuyo. Y sí, es tuyo…tuyo y de las 200 tcps que están en tu base.
Y ahí empiezan los problemas…Recreemos una escena cotidiana, de esas que pasan todos los días en el galley:
- Maripuri, tu crees en los flechazos? (lo dices así, con la cabecita ladeada y mirando por la ventanilla del avión, mirada al infinito…así es más bucólico)
- Ay, que tu te has enamorado…!
- No, yo no…pero él se está pillando demasiado… Bueno, no debería contarte esto porque le he prometido que no iba a decir nada a nadie, pero es que contigo tengo un feeling especial (ja! lo que pasa es que sabes que ésta es una golfilla, y ya le vas dejando claro que el maromo “tiene dueña”)
- ¿No me digas que es de la compañía?!!!! Cuenta, cuenta!
- Bueno, pero confío en tí…no vayas diciendo nada por ahí, ok?
- Que no mujer, que sabes que yo soy una tumba
- Pues mira, resulta que el otro día, cuando llegamos a Santander, salimos un rato por la noche todos juntos, y bueno, yo ya notaba que en el avión había tontería…y yo me dejé llevar, y él me dijo que flipaba conmigo, y una cosa llevó a la otra…y al día siguiente, él dormía otra vez fuera, pero está tan tan tan pillado que me llamó desde Bolonia cuando llegó al hotel para decirme que estaba cansadísimo, que se iba a dormir, pero que no dejaba de pensar en mí.
- Buenoooo!! Qué emocionante! Y quién es?
- Uy no! “sediceelpecadoperonoelpecadoooorrr”
- Vaaaale, pero si sigues con él, en unos días me lo cuentas…Te voy a confesar que yo también estoy con un chico majísimo. Estamos enamorados y ya llevamos 1 semana juntos! El otro día estábamos juntos en Bolonia y me dijo que me iba a cuidar siempre.
Y claro, ahí ya empiezas a ponerte tensa…¿eso no es lo que te dijo a tí en Santander “el tuyo”?
- Jo, pues qué majo…a mi también me dijo mi chico que me iba a cuidar siempre. Oye cómo se llama?
- Tampoco te lo puedo decir, que le prometí que no diría nada…dilo tu primero y luego te digo yo el mío…
- El tuyo empieza por C?
(Silencio de 5 segundos…)
- …eres una golfa!!
- y tu un putón verbenero!!
Y que conste, que yo esto lo cuento “de oídas”…cualquier parecido con la realidad, es pura coincidencia.
Si queréis saber más cosas sobre pilotos, podéis leerlas aquí.
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