En una ocasión, en “Tú embarcas, tú no embarcas” os conté qué pasaba con los pasajeros listillos que suben al avión haciendo y diciendo lo que les da la gana.
Hoy os voy a contar qué entendemos por pasajeros conflictivos y cuáles son las consecuencias para los diferentes comportamientos de estos pasajeros.
Si pensáis que un pasajero conflictivo es sólo una persona que sube borracha al avión o que grita a otro pasajero, estáis equivocados. Un pasajero conflictivo es aquel cuya conducta pone en peligro la seguridad del vuelo. Sea como sea. Y no bajo su criterio, si no bajo el nuestro. Es aquella persona que puede pasar de la mala educación, mal comportamiento, a la agresión verbal y a la agresión física.
Es decir, si has esperado dos horas en el aeropuerto porque el avión ha llegado con retraso y si además te han cambiado la puerta de embarque en el último minuto y te has echado una carrera desde un extremo al otro de la terminal, más te vale que dejes la mala leche en tierra.
Sí, tienes derecho a estar enfadado, tienes todo el derecho del mundo a preguntarnos cuál es el motivo del retraso. Y sí, tienes derecho a subir con cara de perro y no responder al “buenos días”.
Lo que no puedes hacer es entrar gritando, alterando al resto del pasaje, increpando a los tripulantes, amenazando verbalmente a los pilotos, y muchísimo menos puedes tocarnos.
Si entras alterado, vamos a tratar de darte las explicaciones que podamos darte para que te tranquilices.
¿Entras dando voces? te vamos a pedir que bajes el tono para no molestar a los demás.
Si entras amenazando, vamos a decírselo directamente al comandante. Y sí, da igual que seas el artista de turno, el periodista de moda o el sobrino del Majarahá de Pokajú. Da igual que sigas amenazando con denuncias. Si nos alteras, si nos insultas y si nos amenazas, nos chivamos.
Y si después de pedirte que obedezcas nuestras instrucciones y las del comandante, sigues en tus trece o te pones violento, te bajas del avión y te vas acompañado por los señores del tricornio. Sucede en muchos vuelos, muchas veces al día.
Lo mismo ocurre si te pedimos que apagues el móvil y no lo apagas. Si te pedimos que quites la maleta de la salida de emergencia y no la subes, si en el embarque te vas al baño y te enciendes el cigarrito o si te vemos dañando el material que llevamos a bordo. Vaya, si no cumples, en definitiva, con lo que te estamos pidiendo.
Si el mal comportamiento comienza cuando estamos en vuelo, el procedimiento que se te aplica como pasajero confictivo es el mismo. La diferencia es que en esta ocasión vas a llegar a tu destino, pero habrá alguien esperándote a pie de pista porque el comandante ya habrá avisado a la torre de control para que así sea.
En los casos más graves, haremos un aterrizaje no programado en el aeropuerto más cercano y además haremos uso de los sistemas de inmovilización. El Comandante denuncia al pasajero ante la Guardia Civil.
Tanto en los casos graves como en los leves, la tripulación de cabina hará un informe documentando la identidad del pasajero conflictivo y los hechos.
Existe una tabla de pasajeros conflictivos. Os la paso para que sepáis lo que no tenéis que hacer, o lo que os puede pasar si lo hacéis.
¡Buen fin de semana y buenos vuelos!
Foto de Victor Freitas en Pexels